En el Colegio Áleph, somos conscientes de que el mejor rendimiento estudiantil se consigue cuando las condiciones para el aprendizaje son óptimas. En este sentido, la alimentación es un factor esencial.
Después de dos años y medio, la cocina de Áleph reabrió sus puertas para ofrecer nutrición y salud a su comunidad. El equipo que lidera la chef egresada de Le Cordon Bleu Perú Indira Vildósola trabaja constantemente para diseñar y servir no solo comida saludable, sino también casera y sabrosa.
“Cuando se hace el menú, se crea una estructura pensando en las necesidades de los niños, tanto por edad como por gustos. Y muchas veces, por un tema sensorial también”, explica Indira. La experiencia ganada desde los inicios del colegio le ha permitido a ella y a su staff conocer muy de cerca las preferencias y necesidades de su público. “La nuestra es una cocina que involucra. Tiene que ser eficiente y responsable”, añade.
Desde 2019, el menú del Colegio Áleph es participativo. Esto quiere decir que es creado con los propios niños teniendo en cuenta sus gustos y preferencias, sin olvidar la estructura nutricional. Esto no solo permite que las comidas sean deliciosas y llenas de nutrientes, sino que es una oportunidad única para hablar con los niños sobre nutrición, el sistema digestivo y cómo el cuerpo procesa los alimentos. El aprendizaje significativo, que se basa en las vivencias de cada estudiante, es trasversal a todos los espacios del colegio.
Adicionalmente, se realizan encuestas de manera permanente para obtener información sobre gustos y sugerencias.
Un trabajo impecable
La operación para la entrega de los snacks matutinos y el servicio del almuerzo son trabajados al milímetro. Las condiciones de preparación de los alimentos, así como la logística son tan cuidados, que Áleph se ha convertido en el primer colegio en el Perú en obtener la certificación internacional HACCP (Hazard Analysis and Critical Control Points), de análisis de peligros y puntos críticos de control. “Esta certificación es un reconocimiento a la excelencia, una especie de ISO”, afirma Indira.
“Aquí, no paramos de estudiar y seguimos investigando. Por eso, nuestra comida no solamente es rica, saludable, colorida, sino también sana, libre de preservantes, libre de aditivos”, asegura la chef. De esta manera, las casi 900 personas que comen en el Colegio Áleph -entre estudiantes, docentes, personal administrativo y de apoyo operacional y logístico- tienen garantizadas comidas balanceadas, que les aportan energía y bienestar, para poder realizar sus actividades diarias con la mejor disposición.