Es una manera de educar de la mano. Los expertos indican que aun teniendo diferentes maneras de ver o entender los cuidados, lo más importante es no quitarse autoridad el uno al otro.
Mamá Robot es un álbum ilustrado de la editorial Edelvives que cuenta cómo una mami pasa la aspiradora, prepara la comida de sus dos niños, lee los cuentos y da mimos, además de atender al marido sin fallar nunca. En la espalda le cuelga una manivela y la mamá robot trabaja para todos menos para ella. Hasta que la robot decide ponerse en huelga. Cuentan los niños “dice que le encantaría hacer deporte, retomar estudios, disponer de tiempo para ella”. Así que el padre tendrá que ponerse las pilas y cooperar: hacer de enfermero, de cantante de nanas, de cocinero y de lavandero. Mamá y él tendrán que repartir cuidados y crianza. He ahí un cuento sobre la cocrianza.
Desde Criar con Sentido Común el enfermero de pediatría, padre de tres hijos, Armando Bastida nos cuenta qué es cocriar: “Una pareja que decide tener un bebé, que conviven bajo un mismo techo y deciden repartirse las tareas más o menos al 50%. Y esto no tiene por qué ser la mitad del tiempo del niño con cada uno, o hacer la mitad de las tareas del hogar cada uno, sino simplemente ser un equipo en el que más o menos, las tareas, responsabilidades y obligaciones se reparten, de manera que ambos cuidan del bebé y ambos cuidan del hogar... y de alguna manera, así, uno cuida del otro, como pareja”. Armando considera que o se comparten esfuerzos o alguno de los miembros acaba sufriendo. Y la mayoría de veces es el bebé, o es la madre, o son los dos, “porque los hombres, históricamente, son los que menos ven modificada su vida, sobre todo porque en los primeros meses, el bebé busca sobre todo a mamá (y viceversa), y muchos hombres no dan el paso necesario. El de estar ahí. El de no querer perdérselo. El de hacer equipo: cuidar de mamá para que ella pueda cuidar del bebé. Y del bebé, cuando se lo permita (el bebé), y de la casa, y de la comida, las compras, etc. En definitiva, compartir la carga”.
Isabel Cuesta es más conocida como Una Madre Molona, nombre de su blog que, actualmente, es un referente en Educación Positiva. A través de sus formaciones ella y su marido ayudan a otros padres y educadores a mejorar sus relaciones familiares a través de un enfoque positivo. Isabel nos cuenta: “Lo normal es que si una de las partes asume el mando de los cuidados, y asume todas las responsabilidades, la otra parte se acomode. Por eso es tan importante ser conscientes y aprender a delegar y a soltar carga”. Es esencial renunciar a que todo se haga a nuestra manera y entender la familia como un equipo de verdad. Isabel Cuesta considera que los hombres deberían asumir su parte de responsabilidad porque los hijos son de los dos, así como el resto de tareas. “Una buena fórmula para conseguirlo es llevar a cabo reuniones familiares para elaborar normas, repartir tareas, planificarse, resolver conflictos. Pero no de forma imperativa, no es una forma de control, sino un espacio para crear un clima de cooperación, donde todos los miembros de la familia aporten ideas y soluciones”, proponer la referente en Educación Positiva.
El fundador de Criar con sentido común afirma que “el tiempo en el que los hombres traíamos dinero a casa y delegábamos todo lo demás en mamá ya pasó. Es un modelo de hombre machista y un modelo de padre ausente, que afecta negativamente a la pareja y afecta negativamente al/la bebé. Tiene mucho sentido buscar un modelo de masculinidad diferente, para mostrar a nuestros hijos cómo un hombre debe comportarse con su pareja y cómo un hombre debe comportarse como padre. Y me refiero a un hombre respetuoso y amoroso”. Para el enfermero pediátrico Armando Bastida es un privilegio poder cuidar, criar y guiar a sus bebés. Considera que la crianza en ocasiones es dura, pero que un hijo es una gran responsabilidad y, una vez lo tienes, debes ser responsable de las elecciones. Según Isabel Cuesta el mejor argumento para la cocrianza es el hecho de tener un proyecto común: “Es una realidad que haciendo equipo y remando juntos llegamos mucho más lejos. El ir cada uno hacia un lado desgasta y nos afecta a todos, produce muy mal ambiente y frustración, algo que salpica y mucho a nuestros hijos e hijas”.
Cocriar es una manera de educar de la mano. Incluso, señala Isabel Cuesta, teniendo diferentes maneras de ver o entender la crianza, pero que lo más importante es no quitarse autoridad el uno al otro. Los esfuerzos se han de compartir porque si la mochila se carga acaba explotando. “Es necesario que exista esa capacidad de ver la necesidad del otro para actuar sin reproches. Tenemos que ser un equipo, no rivales”, señala Una Madre Molona. Tener un bebé es una acción y decisión de dos personas, que traen al mundo a un ser dependiente que requiere de tiempo, amor y respeto. “Es una obligación moral, y responsabilidad de ambos progenitores. O sea, algo tan simple como que el hijo es de los dos. Y lo es para lo bueno y para lo menos bueno. De día y de noche. Siempre. De repente eres padre, y lo eres para el resto de la vida. Uno no puede elegir cuándo serlo y cuándo no. Y tu hijo te necesita. A ti, papá, también. Y mucho más de lo que crees. Y sé que lo sabes, los hombres lo sabemos, porque también somos conscientes de cuánto llegamos, de pequeños, a necesitar a nuestro padre. Algunos estuvieron y otros se lo perdieron. Por desgracia para ellos y para quienes fuimos sus hijos”, concluye Armando Bastida.
Fuente: https://hubs.la/H0-0Pc50