Los miedos y preocupaciones de los jóvenes varían según el contexto cultural, social, geográfico y económico. Sin embargo, a partir de las tendencias y problemas recientes algunos de los miedos y preocupaciones más comunes entre los jóvenes son numerosos e incluyen los siguientes:
- Incertidumbre económica: Muchos jóvenes temen no poder encontrar un empleo estable, la posibilidad de no poder pagar deudas estudiantiles o no poder alcanzar un nivel de vida similar al de sus padres.
- Cambio climático: El calentamiento global y sus consecuencias, como los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad y la alteración de los ecosistemas, son una fuente de preocupación para muchos jóvenes.
- Salud mental: Hay un crecimiento en la conciencia sobre problemas de salud mental como la depresión, la ansiedad y otros trastornos. Muchos jóvenes temen enfrentar estos problemas o no recibir el apoyo adecuado.
- Comparación en redes sociales: La constante exposición a la «vida perfecta» de otros en plataformas como Instagram, TikTok y otras puede generar miedo a no encajar, a no ser lo suficientemente buenos o a perderse experiencias.
- Polarización política y social: El ambiente polarizado en muchas partes del mundo puede hacer que los jóvenes teman expresar sus opiniones o se preocupen por el futuro de su país y la cohesión social.
- Tecnología y privacidad: Con la creciente interconexión digital, algunos jóvenes temen la pérdida de privacidad, la vigilancia y la manipulación de la información.
- Conflictos y tensiones globales: Temas como guerras, tensiones geopolíticas y terrorismo pueden ser fuentes de ansiedad.
- Acceso a la educación: Para algunos, el miedo a no poder acceder a una educación de calidad o pagarla es una preocupación real.
- Problemas de identidad: El miedo a no ser aceptados debido a su orientación sexual, identidad de género, religión, raza o cultura es una realidad para muchos jóvenes.
- Presión por el éxito: La percepción de que es necesario alcanzar ciertos hitos en la vida (como un buen trabajo, una familia, propiedad, etc.) en un tiempo determinado puede ser fuente de estrés.
- Pandemias y salud: Dada la experiencia con COVID-19, muchos jóvenes ahora son más conscientes y temerosos de futuras pandemias o problemas de salud global.
- Criminalidad y violencia: En muchos lugares del mundo, especialmente en ciudades o países con altas tasas de criminalidad, los jóvenes temen ser víctimas de robos, asaltos, secuestros o incluso violencia más extrema. Esta preocupación puede limitar su libertad de movimiento, afectar dónde deciden vivir o estudiar y restringir sus actividades nocturnas o recreativas.
- Presión de grupos delictivos: En algunas áreas, los jóvenes pueden sentirse presionados para unirse a pandillas o grupos delictivos, o pueden ser víctimas de estas organizaciones si se resisten o simplemente por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.
- Desconfianza hacia las fuerzas del orden: En algunas regiones, debido a la corrupción, la falta de entrenamiento o la brutalidad policial, los jóvenes pueden sentir temor o desconfianza hacia la policía o el ejército, lo que complica aún más la situación de inseguridad.
- Corrupción e impunidad: En lugares donde la corrupción es rampante, los jóvenes pueden sentir que no hay justicia ni protección adecuada contra el crimen. Esta percepción de impunidad puede intensificar el miedo, ya que se siente que los delincuentes no enfrentarán consecuencias.
Es importante recordar que no todos los jóvenes sienten estos miedos con la misma intensidad o incluso los sienten en absoluto. Cada individuo tiene sus propias experiencias y contextos que moldean sus preocupaciones. El gran problema es que nunca sabremos qué factores influyen más en cada uno y cuál es su nivel de sufrimiento, si es que no hay una alerta y un vínculo amable y continuo capaz de acompañarlo en su dolor.
¿Qué es más importante para esos jóvenes? ¿Presionarlos académicamente en su vida escolar como si fuera la única fórmula del éxito y lo demás no existiera, o tomarse el tiempo y las estrategias para acompañarlos a nivel socioemocional? Pero eso requiere una visión de escuela distinta a la usual en el siglo pasado y una actitud de los padres con las prioridades rectificadas.
Fuente: https://www.trahtemberg.com/quien-se-ocupa-de-los-miedos-que-invaden-a-los-jovenes-de-hoy-es-capaz-la-escuela-tradicional-y-la-familia-de-hoy-ofrecer-la-acogida-escucha-contencion-orientacion-y-perspectiva-optimi/